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Timina & Guanina

Besos y microorganismos ¿Enemigos o aliados?

Todos recordamos nuestro primer beso, te temblaban las manos, te latía rápido el corazón y te preguntabas qué tenías qué hacer. No eras el único. Los besos y el boca a boca se han podido observar en una gran variedad de animales, y pueden servir para diversas funciones, como la transferencia de comida. Pero los besos íntimos, con contacto de lengua e intercambio de saliva, parecen ser solo parte del apareamiento de los seres humanos.


Credit: Katherine Streeter for NPR

Estudios recientes apuntan la importancia del primer beso a la hora de evaluar a la pareja al inicio de la relación y, a largo plazo, los besos pueden servir para meditar sobre los sentimientos hacia tu pareja. Esto puede darse gracias a las señales químicas en la saliva, incluyendo aquellas que son resultado de la actividad metabólica de la microbiota. ¿MICROBIO-QUÉ?


Una gran cantidad de microbios conviven en nuestro cuerpo sin que lo notes. Se les conoce como microbiota y están por todas partes, hasta en los lugares más inesperados, incluyendo la lengua o la saliva... Estas comunidades bacterianas varían entre unas personas y otras.


Ahora volvamos a ese primer beso, esos nervios. Lo que quizás no sepas es que mientras tú disfrutabas de un recuerdo inolvidable, 80 millones de bacterias se embarcaban en un viaje de boca en boca, a un nuevo hogar. ¿Y qué pasa con esos microorganismos cuando nos besamos?

Un grupo de científicos en 2014 decidió tratar de responder a esta pregunta. Estudiaron qué efecto tenía un beso íntimo en la microbiota bucal de 21 parejas. Para ello les hicieron unos cuestionarios sobre la frecuencia de besos en la pareja* y posteriormente realizaron un experimento controlado. Se recolectaron muestras de los miembros de las parejas de saliva y de la lengua (usando un hisopo) antes de darse un beso íntimo (t1) de 10 segundos. Después se pidió a las parejas que se dieran ese beso y se volvieron a coger muestras (t2).

Como segunda parte del experimento uno de los miembros de la pareja tomó un yogur probiótico con unos microorganismos seleccionados y marcados (Lactobacillus y Bifidobacteria). Tras tomárselo se cogieron muestras de saliva y lengua (t3). Después, este miembro debía besar a su pareja durante 10 segundos y, seguidamente, se volvían a coger muestras del otro individuo de la pareja (t4).


Diseño experimental (Kort et al., 2014)

En el laboratorio se analizaron las muestras y los resultados indicaron que cuando las parejas se besan íntimamente a frecuencias relativamente altas, su microbiota salival se vuelve similar. La microbiota de la lengua también es más similar entre los miembros de la pareja que con una persona externa. Sin embargo, parece que los besos no son la principal razón y un mismo ambiente, estilo de vida pueden ser influyentes. Por último, a partir del experimento con el yogur, concluyeron que una media de 80 millones de bacterias se embarcan en un viaje de 10 segundos de boca a boca.


En tu próximo beso recuerda que no estás solo, 80 millones de bacterias te apoyaran en la tarea.

*P.D.: Como curiosidad, la respuesta a la frecuencia de besos en un día varió entre hombres y mujeres dentro de la misma pareja. Los hombres respondieron una media de 10 y las mujeres una media de 5. Interesante, ¿no?


Timina y Guanina


BIBLIOGRAFÍA:


BioMed Central. (2014, November 16). Up to 80 million bacteria sealed with a kiss. ScienceDaily. Retrieved from www.sciencedaily.com/releases/2014/11/141116211033.htm


Kort, R., Caspers, M., & Keijser, B. (2014, November 17). Shaping the oral microbiota through intimate kissing. Microbiome. Retrieved from https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4233210/


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