Un año más disfrutando del día de los Reyes Magos, celebrando la travesía que tuvieron que hacer Melchor, Gaspar y Baltasar para poder rendirle homenaje al niño Jesús. Todos conocemos la historia, de cómo los 3 Reyes Magos viajaron desde Oriente para darle a Jesús mirra, incienso y oro, guiados únicamente por la estrella más brillante que había en el cielo. Esta célebre estrella ha podido volver a verse estas navidades después de 800 años sin aparecer. ¿Cómo es posible? ¿Qué una estrella aparezca y desaparezca así por que sí?
Pues la razón de este acontecimiento es que la estrella de Belén no es una estrella , sino un efecto que aparece como consecuencia de la alineación de los planetas Júpiter y Saturno desde la perspectiva de la Tierra. Este fenómeno atmosférico, poco común y ocurrente, provoca que, desde la Tierra, podemos visualizar un astro más brillante de lo habitual.
Es una realidad óptica como cualquier otra pero solo se ha podido observar esta alineación durante un tiempo muy corto. En el hemisferio Norte, la “estrella de Belén" se ha podido disfrutar desde el 16 al 25 de diciembre. En cambio, en el hemisferio Sur solo ha sido visible el 21 de diciembre.
Como dicen todas las noticias, la última vez que la humanidad la pudo observar fue hace 800 años, concretamente, en 1226. Johannes Kepler, un astrónomo de renombre, fue el primero en contradecir la versión de la Iglesia sobre esta estrella y defendió su hipótesis de que la “estrella de Belén” era en realidad una alineación entre Júpiter y Saturno.
Aun así, ¿es este fenómeno que hemos podido presenciar en 2020 verdaderamente lo que vieron los Reyes Magos hace más de 2000 años? Solo los textos de la vida de Jesucristo hablan de la estrella pero no especifican su naturaleza. Y puesto que debió ocurrir hace tantísimos siglos, no hay ningún registro visual.
El astrofísico Mark J. Kidger defiende varias teorías sobre diferentes sucesos astronómicos que pudieron dar lugar a la “estrella de Belén”. Por una parte, defiende la hipótesis de Keppler, pues en el año 7 a.C se alinearon 3 veces Júpiter y Saturno, sobre la constelación de Piscis. La segunda teoría de Kidger es la aparición de un nuevo punto luminoso en el cielo, que guarda relación con el descubrimiento de unos astrónomos chinos y coreanos que dataron un po-hsing (cometa sin cola) en el año 5 a.C. Otro astrofísico, Michael Molnar, sugiere que lo que vieron fue una configuración de planetas que se produjo en el año 6 a.C.
La opción más probable, propuesta por Salvador J. Rivas, es que estos 3 acontecimientos juntos fueron los que advirtieron a los Reyes Magos de estar pendientes del cielo y dirigirse hacia Belén.
Sea ciertamente la Estrella de Belén o simplemente un fenómeno astrológico, la alineación de Júpiter y Saturno ha sido un acontecimiento maravilloso y único que no volverá a repetirse hasta 2080, así que espero que algunos hayáis podido apreciarla.
Timina
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