"Una tarde de junio de 1770, los últimos rayos de sol iluminan un reino perdido. Los corales se alzan formando muros y torres. Sobre ellos, la vida fluye: los peces araña nadan de forma desafiante, algunos tiburones esperan al abrazo de la noche para cazar... Esa misma tarde un hombre encalla su barco y Occidente está a punto de descubrir el reino perdido. Algo mosqueado decide ver que está pasando, ¿Por qué han encallado? Ah sí, el capitán Cook acaba de descubrir la Gran Barrera de Coral, una inmensa superficie de arrecifes de más de 340.000 kilómetros cuadrados, que se extiende al noreste de Australia."
La Gran Barrera de Coral es un espectáculo de vida que alberga seres de formas y colores inimaginables. Hay quien diría que se trata de un lugar mágico. Quizás las antiguas leyendas de la Atlántida no andaban tan desencaminadas, quizás la Atlántida no está tan perdida como pensábamos. Mitos aparte, este palacio de coral está realmente vivo. Los corales son una simbiosis entre algas llamadas zooxantelas y unos pequeños animalitos llamados pólipos, los cuales viven en colonias. En esta unión, el alga aporta los nutrientes gracias a la fotosíntesis y el pólipo va secretando carbonato cálcico, creando así el esqueleto del coral. Se trata de un paraíso viviente.
En las inmensas columnas de corales se pueden leer años de expansión y destrucción, y es que, como todo reino, la Gran Barrera de Coral tiene su historia. Cada día, los arrecifes de coral confrontan distintos enemigos que tratan de destruirlos, como la erosión de las olas o los organismos que comen caliza. Por suerte, esta desintegración es más lenta que el proceso de construcción. Pero la barrera de coral también esconde grandes batallas. A lo largo de los años se ha enfrentado a glaciaciones y cambios considerables en las condiciones oceánicas y atmosféricas. Desastres de los que siempre se ha recuperado.
Sin embargo, un nuevo fenómeno amenaza los arrecifes. Un enemigo muy poderoso contra el que todo el planeta está luchando: el cambio climático. La Gran Batalla ya ha comenzado, y de momento vamos perdiendo. El aumento de la temperatura y mayor exposición a los rayos UV está provocando el blanqueamiento de los corales. En el proceso de blanqueamiento el alga (que es de colores) se vuelve tóxica y es expulsada por el animalito, el pólipo. El pólipo pierde su principal fuente de alimento y empieza a morir quedando tan solo el blanco esqueleto de carbonato cálcico. Es importante tener en cuenta que estos procesos de destrucción de corales no solo les afectan a ellos mismos, sino también a todos los animales de este ecosistema.
Pero no está todo perdido. Científicos de distintas partes del mundo buscan soluciones a este problema. Por ejemplo, The Ocean Agency ha lanzado la iniciativa 50 Reefs, para buscar los arrecifes con menor vulnerabilidad al cambio climático con el fin de repoblar otros. Aún hay motivos para no perder la esperanza… pero debemos tomar medidas, el futuro está en nuestras manos.
Guanina
REFERENCIAS
Páginas Web:
Artículos:
Hughes, T.P., Kerry, J.T., Baird, A.H. et al. Global warming impairs stock–recruitment dynamics of corals. Nature 568, 387–390 (2019). https://doi.org/10.1038/s41586-019-1081-y
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