Jurassic Park, Jurassic World, El mundo perdido… gracias a todas estas famosas películas, si ahora te pidieran que dibujaras un dinosaurio, seguramente harías un garabato del lagarto Juancho, le pondrías con unos dientes enormes y listo. No sería el mejor dibujo del mundo, pero todos entenderíamos lo que querías dibujar: el típico dinosaurio made in Hollywood. No quiero venir y decirte que tu dibujo no está bien hecho, porque quién soy yo para juzgar tu talento artístico, pero, por muy bonito que te haya quedado, hay un pequeño detalle que quizás se te haya olvidado incluir ¿te suena eso de que los dinosaurios tenían plumas?
No te lleves las manos a la cabeza, que, siendo sinceros, los primeros dinosaurios que hubo no las tenían. El desarrollo de las plumas y otras estructuras similares fue algo que se dio con el paso del tiempo o, mejor dicho, con la evolución. Pero tranquilo, puede que tu dibujo todavía esté salvable, porque no todo lo que había en el Jurásico eran “pollos”. Había muchos dinosaurios sin plumas; de hecho, los “dinosaurios plumíferos” pertenecían, la mayoría, a un mismo grupo: los terópodos (un grupo emparentado con las aves). Por supuesto no eran los únicos, aunque hoy en día existe una cierta controversia sobre si las plumas que tenían los dinosaurios no terópodos se podían considerar también como “verdaderas plumas”. Lo sé, ahora te estarás preguntando ¿y el Tyrannosaurus rex?, ¿tenía plumas? Hasta la fecha no existen pruebas de que las hubiera tenido. Aunque también he de decirte que muchos de sus parientes cercanos tenían "protoplumas", así que... siendo sinceros, es muy posible que ellos también las tuvieran. Pero tranquilo, no veo a Hollywood cambiando al temible T-rex por una gallina deforme.
Con esto no quiero decirte que tu próximo dibujo de un dinosaurio tenga que ser el de un pavo en acción de gracias, porque, tampoco sería cierto. La verdad es que había un poco de todo; dinosaurios con escamas, dinosaurios con plumas cubriendo prácticamente toda su superficie, dinosaurios con una mezcla tanto de escamas como de plumas, dinosaurios con plumas solo en determinadas áreas de su cuerpo… Y por si toda esta variedad no fuera suficiente, piensa ahora en los colores. Seguro que los primeros que te venían antes a la cabeza eran los verdes y marrones, pero ahora que sabes que muchos de ellos tenían plumas ¿qué? ¿de qué color eran?
Hasta hace un tiempo, no había forma de saber qué colores habían tenido los dinosaurios, pero gracias al descubrimiento de algunos fósiles que preservaban parte de los tejidos blandos, la cosa ha cambiado. Para ser sinceros, estos fósiles no son fáciles de encontrar porque, el animal, una vez muerto, ha tenido que enterrarse muy rápido y conservarse de manera excepcionalmente bien. Pero, por suerte, se han encontrado algunos así. Estos tejidos blandos pueden ser piel, escamas, plumas… prácticamente cualquier cosa que no sean los huesos. Lo poco que ha quedado de estos tejidos se ha podido analizar para detectar la morfología y la bioquímica de unos orgánulos diminutos llamados “melanosomas”, que contienen un pigmento llamado melanina, que es el que les da el color. Después, se han comparado con los melanosomas de animales vivos (en su mayoría aves) y así se ha podido saber qué colores tenían originalmente esos tejidos. Por ejemplo, unos melanosomas delgaditos y largos se relacionan con colores oscuros como lo son el gris y el negro, mientras que los melanosomas más cortos y redonditos se asocian a los colores rojizos.
Desgraciadamente, los melanosomas no son responsables de todos los colores, ya que el amarillo y el azul, son creados por otras moléculas que hasta ahora no se han podido detectar en los fósiles. Pero, aunque la tecnología actual tan solo nos da una imagen parcial, algo es algo. Puede que en el futuro se puedan usar otros métodos que permitan reconstruir la totalidad de los colores y tener una imagen más precisa de cómo eran. Porque quitando el hecho de que con toda esa información Hollywood podrá hacer películas más realistas y tú, dibujos más bonitos, lo cierto es que el patrón de colores puede dar información relevante referente a cómo era el ambiente en el que vivían, cómo se relacionaban, si tenían colores estacionales, si había colores relacionados con la comunicación y apareamiento, si tenían colores de camuflaje…
Citosina
Bibliografía:
Benton, M. J., Dhouailly, D., Jiang, B., and McNamara, M. (2019). The Early Origin of Feathers. Trends Ecol. Evol. 34, 856–869. doi:10.1016/j.tree.2019.04.018.
Xu, X. (2006). Palaeontology: Scales, feathers and dinosaurs. Nature 440, 287–288. doi:10.1038/440287a.
Zhou, Z. (2014). Dinosaur evolution: Feathers up for selection. Curr. Biol. 24, R751–R753. doi:10.1016/j.cub.2014.07.017.
https://www.smithsonianmag.com/science-nature/colors-dinosaurs-open-new-window-study-past-180972070/
No hay nada como ver correr a un mirlo, para saber que algo de dinosaurio les queda 😃